Los reflejos primitivos son movimientos automáticos, estereotipados, dirigidos desde el tallo cerebral y ejecutados sin implicación de la corteza cerebral.
Estos son esenciales para la supervivencia del bebé el sus primeras semanas de vida y le proporcionan el entrenamiento básico en muchas de sus habilidades voluntarias posteriores. Sin embargo estos reflejos tienen una vida limitada y deberán de inhibirse entre los 4 a 12 meses de edad, esto permite a su vez que el niño tenga control sobre sus respuestas voluntarias.